La mediocridad en Higiene y Seguridad: Un problema que afecta al sector en Argentina

La profesión de Higiene y Seguridad en Argentina enfrenta un desafío crítico: la percepción de que su rol es meramente un requisito legal, desprovisto del valor real que puede aportar a las organizaciones. Este problema, evidente en la experiencia de quienes trabajan en el rubro, está profundamente arraigado en aspectos como la falta de compromiso profesional y deficiencias en la formación académica.

En lugar de ser vistos como aliados estratégicos para garantizar la seguridad y el bienestar de los trabajadores, los profesionales del área son desvalorizados e, incluso, despectivamente llamados “segurito”. Este fenómeno no es casual, sino la consecuencia de un conjunto de factores que requieren atención urgente.

El problema: mediocridad y falta de compromiso

A lo largo de los años, es evidente cómo la falta de preparación y compromiso por parte de algunos profesionales ha impactado negativamente en la profesión. En muchos casos, los técnicos y licenciados no cuentan con las herramientas o la actitud necesaria para enfrentar los desafíos del sector, lo que genera un desempeño por debajo del nivel esperado.

Esta situación ha llevado a que el profesional de Higiene y Seguridad sea visto más como un “mal necesario” que como un aporte estratégico. Esta percepción no solo afecta la reputación del sector, sino que también limita su capacidad para influir positivamente en la mejora de las condiciones laborales.

Las causas de fondo

Las raíces de esta problemática pueden rastrearse, principalmente, al ámbito educativo y formativo. Dos factores destacados son:

  1. La calidad de los docentes: Muchos de los encargados de formar a futuros técnicos y licenciados carecen de la experiencia práctica necesaria para transmitir un conocimiento sólido y relevante. Esto incluye a profesionales provenientes de otros campos, como ingenieros “especialistas en Higiene y Seguridad”, que tras realizar posgrados de corta duración (alrededor de 400 horas) incursionan en la enseñanza sin un compromiso real con la profesión.
    Estos docentes, al abordar la materia desde una perspectiva superficial o exclusivamente teórica, perpetúan una visión limitada y deficiente de lo que debería ser un profesional en Higiene y Seguridad. Como resultado, los estudiantes ingresan al mercado laboral con habilidades y actitudes que no corresponden a las demandas reales del sector.
  2. La falta de incentivos y cultura preventiva: En muchos casos, las empresas tampoco fomentan una cultura de prevención sólida, lo que refuerza la idea de que Higiene y Seguridad es solo un requisito legal y no una inversión en el bienestar de sus trabajadores. Sin embargo, este problema es un síntoma, más que una causa, ya que comienza en las aulas y se agrava en el entorno laboral.

Un llamado a la reflexión

La mediocridad que afecta al sector de Higiene y Seguridad no es un problema sin solución. Requiere, eso sí, un compromiso colectivo de estudiantes, docentes, profesionales en ejercicio y empleadores. Solo a través de la exigencia de excelencia, el aprendizaje continuo y una visión más estratégica se podrá devolver a la profesión el prestigio que merece.

El desafío está planteado: convertir a Higiene y Seguridad en una pieza clave para el éxito empresarial y el bienestar de los trabajadores. Es una tarea que empieza en las aulas, pero que depende del esfuerzo de todos.

¿Qué opinas vos?

Este espacio está abierto para escuchar otras perspectivas y reflexiones. ¿Cómo creés que podríamos mejorar la calidad y la percepción del profesional de Higiene y Seguridad en Argentina? ¿Qué iniciativas podrían implementarse para transformar el sector?


Te invito a dejar tu opinión o una propuesta en los comentarios. Juntos podemos encontrar soluciones y marcar una diferencia real.

2 comentarios en “La mediocridad en Higiene y Seguridad: Un problema que afecta al sector en Argentina”

  1. Cuando asegura ” la mediocridad que afecta al sector “, está dando a entender que todos los profesionales se desempeñan de forma irresponsable o irregular. Cuidado con utilizar los medios para formar una idea equivocada y demonizar la actividad. Muchos centros educativos brindan una excelente formación y muchos docentes destacan en su dedicación contagiando su amor y respeto por la profesión. Y los conocimientos son vastos sobre distintos aspectos. Además de horas cátedra se atraviesan exámenes. Otra cosa muy distinta es que algunas empresas tengan el servicio solo por cumplir con la ley y no le den la importancia que deberían al rol del profesional. Así que, por favor, antes de llamar mediocres a los profesionales en Higiene y Seguridad, dese una vuelta por los institutos educativos, verifique la fuente y demuestre su propia idoneidad en la materia.

    1. Hola. La intención al mencionar la “mediocridad que afecta al sector” no fue, de ninguna manera, generalizar ni desmerecer el esfuerzo de quienes desempeñan esta labor con responsabilidad y excelencia. Somos conscientes de que existen profesionales destacados que han trabajado o trabajan en grandes empresas, así como docentes que desempeñan un rol crucial en la formación de futuros colegas, lo cual es profundamente valorado.

      Sin embargo, el comentario busca señalar un desafío puntual: la falta de compromiso en ciertos sectores de la profesión. Con más de 10 años de experiencia en el rubro y recorriendo distintos puntos del país, hemos observado que, en algunas regiones, la docencia en Higiene y Seguridad se percibe más como una salida laboral que como una vocación, lo cual puede impactar negativamente en la calidad de formación de los futuros profesionales.

      Es importante destacar que no todas las instituciones educativas enfrentan esta realidad. Por ejemplo, los institutos de CABA suelen contar con docentes que tienen amplia experiencia en grandes industrias, lo que enriquece significativamente la enseñanza. En contraste, en algunas regiones del norte argentino, la docencia puede ser vista como un puesto administrativo más dentro del sistema público, lo que en ocasiones limita la dedicación y la transmisión de conocimientos prácticos.

      El objetivo es generar una reflexión que ayude a fortalecer el sector, reconociendo los esfuerzos existentes y trabajando juntos para superar estos desafíos. Saludos.

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